Descripción
Estudiar la filosofía en su misma génesis histórica ‘‘no es para saber qué pensaron los hombres sino para saber de qué modo alcanzaron la verdad de las cosas”, ha dicho Tomás de Aquino. Es que así se estimula el ejercicio de la razón a dúo con el autor que nos enseña a pensar pensando junto a él.
Los griegos inauguraron el camino filosófico como esfuerzo de la razón humana por entender las esencias de las cosas tras sus apariencias, lo que constituye un paradigma que jamás ha perdido actualidad. Por ello, la presente obra ha procurado acercarse a cada autor sin mediaciones de terceros. No es, pues, un compendio, sino un itinerario que recorremos junto a quienes hemos considerado emblemáticos, y aunque su pensamiento nos parezca erróneo, de igual modo nos ha estimulado a pensar. Por eso, son clásicos: han pensado antes que nosotros, para nosotros y para todos los tiempos.
Esta obra es histórico-filosófica por su forma y es jurídica por el origen y relación de sus problemas. Busca esclarecer la noción esencial del derecho (Ontología Jurídica) y también por qué es obligatorio obedecerlo (Aexiología Jurídica). Un tema diferente, y siempre actual, es examinar la posibilidad de lograr un conocimiento del derecho con rigor científico, observando las exigencias de la lógica formal (Gnoseología Jurídica).
Hemos destacado aquí los aportes de Homero y Heíodo, ya que la primera inquisitoria filosófica en Grecia no fue protagonizada por filósofos, sino por los poetas a través de sus mitos. A los que se agregan los poetas didácticos como Solón: el primero que vislumbró la noción de Estado de Derecho.
Sin embargo, los que primero hicieron filosofía del derecho, en sentido estricto, fueron los sofistas que se interrogaron sobre su esencia, sus títulos de obligatoriedad y sobre la posibilidad de tener sobre él un conocimiento cierto.
Sócrates, el gran contradictor, del sofismo, hizo también filosofía jurídica mediante su mayéutica. Su discipulado es vasto y heterogéneo. De él hemos destacado el cinismo por ser cuna del estoicismo y el movimiento cirenaico por ser antecedente del hedonismo del Epicuro. Pero el gran heredero de Sócrates es Platón, a quien le hemos consagrado un estudio centrado en su gran marco de referencia : su teoría de los dos mundos (de las ideas u de las realidades sensibles), que la aplica al conocimiento, a la ética, a la política y al derecho.
Las contribuciones de Aristóteles son notables. Sus categorías metafísicas permean toda su obra. En filosofía jurídica ellas se aprecian en su concepción analógica del derecho y en su teoría de lo justo natural fundado en la naturaleza misma de las cosas, lo que le permite elaborar toda su teoría de la equidad natural que ha tenido tanta incidencia en la vida práctica del derecho hasta nuestros días.
Revisamos también las filosofías helenistas; entre ellas, el escepticismo de Pirrón, el hedonismo de Epicuro y el estoicismo de Zenón.
El libro culmina presentado lo que hemos llamado “Epígonos Griegos en Roma”, en que recordamos los aportes de Cicerón, Séneca y Epicteto, entre otros, que han contribuido con sus ideas, tanto al desarrollo filosófico-moral, como jurídico y político.
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